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Cepillos dentales eléctricos, ¿si o no?

Si… y no… depende. Quizás no parezca una introducción muy profesional, y definitivamente no responde la pregunta del título, pero es lo más acertado y lo más asertivo que se puede ser en este tema. Desde hace décadas se ven en el mercado un gran número de opciones de cepillos dentales eléctricos, algunos son rotatorios, otros son oscilatorios, otros masajean, otros tienen movimientos horizontales, algunos hacen varios de estos movimientos y otros los hacen todos y más, en sus anuncios publicitarios se promocionan como soluciones a problemas dentales, como control de placa, inflamación de las encías, prevención de caries, que no se logran con cepillos manuales, son más rápidos y cómodos. La realidad, es que todo es relativo.


Ningún cepillo, manual o eléctrico, es eficiente por sí solo, el tipo de cerdas, el tipo de pasta dental, la técnica de cepillado, la frecuencia, el tipo de paciente, son definitivamente más importantes en el control de la higiene oral a si el cepillo usa baterías o no. Definitivamente si un paciente sufre de algún síndrome, enfermedad o condición que limite sus movimientos, será más efectivo un cepillo eléctrico que uno manual, sin embargo, si un paciente sano y sin complicaciones sistémicas utiliza el mismo cepillo eléctrico que el paciente anteriormente mencionado, y lo hace con una mala técnica, con fuerza excesiva, o por menos tiempo del requerido “porque la publicidad dice que es más rápido”, terminará causando más problemas que solucionándolos o previniéndolos.


En un estudio hecho en conjunto por investigadores de Estados Unidos, Canadá y Alemania, los doctores Julie Grender, C. Ram Goyal, Jimmy Qaqish y Ralf Adam publicado en la International Dental Journal, o Revista Dental Internacional, en abril de 2020, comparan el efecto sobre el control de placa y la gingivitis en pacientes adultos usando cepillos manuales y eléctricos durante 8 semanas, teniendo control y manteniendo una vigilancia muy precisa de las técnicas de cepillado, concluyeron que efectivamente los cepillos eléctricos son más efectivos en el control de placa y la gingivitis que los cepillos manuales desde incluso el primer cepillado y continuando durante las 8 semanas del estudio, sin embargo, la diferencia, aunque notoria, requirió un constante monitoreo, perfeccionamiento, y supervisión de las técnicas de cepillado utilizadas en cada grupo.


Mientras que en los grupos de control, donde no había monitoreo de técnicas de cepillado, no hubo cambios en control de placa ni mejoría en la gingivitis en pacientes con cepillos manuales, mientras que se observó un aumento significativo en la inflamación de las encías y sangrado al cepillarse en los pacientes que usaron cepillos eléctricos. Por lo tanto, ¿cepillos eléctricos?... Si, y no… depende. Si, pueden funcionar muy bien y ayudar en casos específicos, en pacientes específicos con condiciones especiales y en pacientes que siguen al pie de la letra las técnicas de cepillado indicadas por su odontólogo tratante. No, en casos donde los pacientes no siguen las técnicas de cepillado requerido, se cepillan por menos tiempo, o descuidan sus hábitos de cepillado dándole más confianza a los movimientos del cepillo eléctrico de lo que deberían.


 
 
 

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